Con muerte de Manuel Noriega se cierra etapa en historia de Panamá

Actualizado 2017-05-30 17:43:12 | Spanish. xinhuanet. com

(2)PANAMA-CIUDAD DE PANAMA-POLITICA-NORIEGA

Imagen del 1 de enero de 2011, de Manuel Antonio Noriega, posando en Londres, capital de Reino Unido. De acuerdo con información de la prensa local, Manuel Antonio Noriega falleció el lunes a sus 83 años de edad en el hospital Santo Tomás de la Ciudad de Panamá, luego de permanecer más de dos meses internado tras una cirugía para retirar un tumor benigno de su cerebro. (Xinhua/Alpha/Globe Photos/ZUMAPRESS)

PANAMA, 30 may (Xinhua) -- Con la muerte la noche del lunes de Manuel Antonio Noriega, exlíder del régimen militar panameño, en el público Hospital Santo Tomás de la capital panameña, se cierra una etapa en la historia del país centroamericano.

Manuel Noriega, de 83 años y quien fuera llamado en sus tiempos en el poder el "Hombre Fuerte de Panamá", no se sobrepuso tras una hemorragia que sufrió luego de una cirugía del cerebro a la que había sometido el pasado 7 de marzo para extirparle un tumor cerebral benigno.

La noticia confirmada desde cerca de la medianoche del lunes (hora local) por diferentes fuentes oficiales, entre ellas las del presidente panameño, Juan Carlos Varela, generó una oleada de comentarios principales entre los panameños a través de las redes sociales, una mezcla de sentimientos encontrados de resignación, aceptación y repudio.

El ministro de Salud de Panamá, Miguel Mayo, hizo, según destacaron medios locales, una primera confirmación de la noticia, en tanto que Varela publicó cerca de la media noche en su cuenta en Twitter que "la muerte de Manuel A. Noriega cierra un capítulo de nuestra historia; sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz".

Los pronunciamientos habían sido precedidos por un mensaje ayer en Instagram de Sandra Noriega Sieiro, una de las hijas de Noriega, señalando que "uno de nosotros hace huir a mis enemigos, porque Dios es quien pelea por nosotros tal y como lo prometió", y otro señalando "Dios es más grande que lo que te toque enfrentar", palabras que parecían haber presagiado el desenlace que podría ocurrir por el estado crítico de salud en el que se encontraba el exlíder del gobierno militar, según interpretó la prensa local.

Entre las reacciones que se adueñaron de las redes sociales desde anoche y esta madrugada, están además las de quienes desearon paz en el alma y para la familia de Noriega, líder del período militar que gobernó en su país entre 1968 y 1989, y destacaron su imagen, contrastando con las de aquellos que señalaron que no terminó de purgar las penas, y que se llevó a la tumba secretos por crímenes con los que fue relacionado.

La cirugía cerebral a que fue sometido Noriega había sido precedida por una intensa polémica de meses ante la insistencia de su defensa para que a su cliente se le concediera el beneficio de arresto domiciliario en consideración de la avanzada edad que tenía y de sus quebrantos de salud, y para que fuera trasladado del Penal El Renacer, donde estaba recluido, a la residencia de sus hijas, y que pudiese ser mejor atendido.

Familiares de personas que murieron durante el período de facto, entre ellas la del médico opositor panameño Hugo Spadafora, cuyo cuerpo apareció decapitado en 1985, habían insistido en que Noriega no debía tener privilegios y que debía responder por los crímenes con los que se le relacionaba.

Noriega, conocido cuando estaba en el poder también como "Cara de Piña" y "El Man", fue extraditado de Francia, donde llevaba un año recluido, a Panamá el 11 de diciembre de 2011 para responder por varias condenas en ausencia, retornando así a su país en un avión de la aerolínea española Iberia después de cerca de 22 años de ausencia en el país, desde que comenzara la invasión estadounidense a Panamá del 20 de diciembre de 1989.

Anteriormente Noriega pasó dos décadas recluido (1990-2010) en EEUU, donde fue juzgado por narcotráfico tras la invasión del 1989, denominada por el entonces gobierno estadounidense como "operación causa justa", pero cuestionada por otros en Panamá como una acción de exceso de fuerza.

El 24 de junio de 2015, en una declaración que leyó desde El Renacer a través de un telecanal panameño, Noriega pidió perdón por sus acciones, las de sus subalternos y superiores en esa época.

De esta forma, Noriega rompió el silencio que había mantenido con la mayoría de los medios tras su regreso a Panamá, asegurando que esperaba cerrar el ciclo militar, tras un acto de contrición cristiano y después de conversar también con su familia y la iglesia.

En la declaración, escrita a mano en una hoja y que leyó indicando que esta no era una entrevista, señaló que acudió a leer dicho texto bajo sus propias convicciones y sin apremio e intereses, y añadió que comparecía como el último general de ese grupo de la era militar.

Agregó entonces que "bajo la inspiración del padre nuestro", la primera oración que aprendió en su casa, pedía "perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada" por sus acciones, las de sus superiores, en el cumplimiento de órdenes, o las de sus subalternos bajo el tiempo de responsabilidad de su Gobierno civil y militar.

Declinó, sin embargo, responder cuando un periodista le preguntó sobre su disposición a reunirse con familiares de Spadafora, señalando que prefería mantener "la solemnidad" de lo expresado en su declaración, para no salirse del propósito por el cual aceptó después de tantos años sentarse a pedir perdón a la ciudadanía.

Familiares de víctimas de la violación de los derechos humanos durante el período militar habían insistido en el pedido para que Noriega indicara quién dio las órdenes de los asesinatos cometidos en esa etapa en Panamá.

 
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Con muerte de Manuel Noriega se cierra etapa en historia de Panamá

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Imagen del 1 de enero de 2011, de Manuel Antonio Noriega, posando en Londres, capital de Reino Unido. De acuerdo con información de la prensa local, Manuel Antonio Noriega falleció el lunes a sus 83 años de edad en el hospital Santo Tomás de la Ciudad de Panamá, luego de permanecer más de dos meses internado tras una cirugía para retirar un tumor benigno de su cerebro. (Xinhua/Alpha/Globe Photos/ZUMAPRESS)

PANAMA, 30 may (Xinhua) -- Con la muerte la noche del lunes de Manuel Antonio Noriega, exlíder del régimen militar panameño, en el público Hospital Santo Tomás de la capital panameña, se cierra una etapa en la historia del país centroamericano.

Manuel Noriega, de 83 años y quien fuera llamado en sus tiempos en el poder el "Hombre Fuerte de Panamá", no se sobrepuso tras una hemorragia que sufrió luego de una cirugía del cerebro a la que había sometido el pasado 7 de marzo para extirparle un tumor cerebral benigno.

La noticia confirmada desde cerca de la medianoche del lunes (hora local) por diferentes fuentes oficiales, entre ellas las del presidente panameño, Juan Carlos Varela, generó una oleada de comentarios principales entre los panameños a través de las redes sociales, una mezcla de sentimientos encontrados de resignación, aceptación y repudio.

El ministro de Salud de Panamá, Miguel Mayo, hizo, según destacaron medios locales, una primera confirmación de la noticia, en tanto que Varela publicó cerca de la media noche en su cuenta en Twitter que "la muerte de Manuel A. Noriega cierra un capítulo de nuestra historia; sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz".

Los pronunciamientos habían sido precedidos por un mensaje ayer en Instagram de Sandra Noriega Sieiro, una de las hijas de Noriega, señalando que "uno de nosotros hace huir a mis enemigos, porque Dios es quien pelea por nosotros tal y como lo prometió", y otro señalando "Dios es más grande que lo que te toque enfrentar", palabras que parecían haber presagiado el desenlace que podría ocurrir por el estado crítico de salud en el que se encontraba el exlíder del gobierno militar, según interpretó la prensa local.

Entre las reacciones que se adueñaron de las redes sociales desde anoche y esta madrugada, están además las de quienes desearon paz en el alma y para la familia de Noriega, líder del período militar que gobernó en su país entre 1968 y 1989, y destacaron su imagen, contrastando con las de aquellos que señalaron que no terminó de purgar las penas, y que se llevó a la tumba secretos por crímenes con los que fue relacionado.

La cirugía cerebral a que fue sometido Noriega había sido precedida por una intensa polémica de meses ante la insistencia de su defensa para que a su cliente se le concediera el beneficio de arresto domiciliario en consideración de la avanzada edad que tenía y de sus quebrantos de salud, y para que fuera trasladado del Penal El Renacer, donde estaba recluido, a la residencia de sus hijas, y que pudiese ser mejor atendido.

Familiares de personas que murieron durante el período de facto, entre ellas la del médico opositor panameño Hugo Spadafora, cuyo cuerpo apareció decapitado en 1985, habían insistido en que Noriega no debía tener privilegios y que debía responder por los crímenes con los que se le relacionaba.

Noriega, conocido cuando estaba en el poder también como "Cara de Piña" y "El Man", fue extraditado de Francia, donde llevaba un año recluido, a Panamá el 11 de diciembre de 2011 para responder por varias condenas en ausencia, retornando así a su país en un avión de la aerolínea española Iberia después de cerca de 22 años de ausencia en el país, desde que comenzara la invasión estadounidense a Panamá del 20 de diciembre de 1989.

Anteriormente Noriega pasó dos décadas recluido (1990-2010) en EEUU, donde fue juzgado por narcotráfico tras la invasión del 1989, denominada por el entonces gobierno estadounidense como "operación causa justa", pero cuestionada por otros en Panamá como una acción de exceso de fuerza.

El 24 de junio de 2015, en una declaración que leyó desde El Renacer a través de un telecanal panameño, Noriega pidió perdón por sus acciones, las de sus subalternos y superiores en esa época.

De esta forma, Noriega rompió el silencio que había mantenido con la mayoría de los medios tras su regreso a Panamá, asegurando que esperaba cerrar el ciclo militar, tras un acto de contrición cristiano y después de conversar también con su familia y la iglesia.

En la declaración, escrita a mano en una hoja y que leyó indicando que esta no era una entrevista, señaló que acudió a leer dicho texto bajo sus propias convicciones y sin apremio e intereses, y añadió que comparecía como el último general de ese grupo de la era militar.

Agregó entonces que "bajo la inspiración del padre nuestro", la primera oración que aprendió en su casa, pedía "perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada" por sus acciones, las de sus superiores, en el cumplimiento de órdenes, o las de sus subalternos bajo el tiempo de responsabilidad de su Gobierno civil y militar.

Declinó, sin embargo, responder cuando un periodista le preguntó sobre su disposición a reunirse con familiares de Spadafora, señalando que prefería mantener "la solemnidad" de lo expresado en su declaración, para no salirse del propósito por el cual aceptó después de tantos años sentarse a pedir perdón a la ciudadanía.

Familiares de víctimas de la violación de los derechos humanos durante el período militar habían insistido en el pedido para que Noriega indicara quién dio las órdenes de los asesinatos cometidos en esa etapa en Panamá.

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