«Roberto y Ana»: el remake de «Enrique y Ana» que jamás debió existir

roberto_ana_enrique_ana Quiero empezar este post aclarando que sé que no soy nadie para aleccionar a nadie sobre lo qué debe o no debe hacer con su tiempo, su dinero y su (falta de) imaginación. Con esto quiero decir que cada uno es libre de comprar y escuchar el disco sobre el que os hablaré hoy, y a la vez libre de alabar, idolatrar y ser fan de este dúo o de sus promotores y/o mentores. De hecho aquí os dejo los enlaces que os puede llevar a descubrir este producto: facebook, twitter, itunes y spotify. Dicho esto voy al lío. Hace unos días Álex me envió una noticia que me dejó con las gónadas del revés. ¿Que alguien estaba perpetrando un revival del grupo “Enrique y Ana”? Mi primera reacción fue de incredulidad. Álex ya chochea un poco (al igual que yo, ¿para qué negarlo?) y a veces mezcla cosas inconexas en su devastada mente que pueden dar como fruto ideas totalmente disparatadas. Así que intenté llegar a la fuente, al origen de tan disparatada noticia, y para mi sorpresa descubrí que era cierto: «Roberto y Ana» eran una realidad. Alguien había cometido la abominación de hacer un remake, un clon, una “tribute band” o como os dé la gana llamar a esta extravagancia de la naturaleza que, como ya os he anunciado en el título, jamás debió existir. Aquí van mis razones, al menos dos de ellas, que intentaré desglosar un poco.

Así mismo me quedé al ver que lo que me explicaba Alex era cierto.
Así mismo me quedé al ver que lo que me explicaba Álex era cierto.

La calidad, la mala calidad.

El progreso, la tecnología y la técnica pueden ser cosas maravillosas. Hoy en día podemos tener en nuestras manos todo el conocimiento gracias a los dispositivos móviles y podemos hacer cosas impensables hace treinta años. En el mundo de la música ha habido una evolución tal que, con unos mínimos recursos, cualquiera con un talento más o menos aceptable puede grabar su propio disco en casa con unos resultados más que aceptables. Lo que no es aceptable es que un disco apadrinado por Warner Music Spain y producido por Alejando de Pinedo tenga unos sonidos que suenen a sampler barato, a midi guarro y a teclado de chichinabo comprado en la tienda de todo a cien del barrio. He escuchado las nuevas versiones, y comparándolas con las originales he llegado a la conclusión de que no aportan nada, absolutamente nada de nada. Son un calco, un mal calco hecho sin guitarras, ni bajos ni instrumentos de verdad, que hace un mal uso de la tecnología para realizar un producto final defectuoso que suena a esto:

Parchís
«Hachís»: el remake de»Parchís» que no acabó de cuajar ya que la ficha marrón (en el centro de la imagen) se lo tenía muy creído.

Anacronismos, anacronismos por todas partes.

El fenómeno del dúo “Enrique y Ana” y lo que significó para toda una generación de niños, tiene su sentido y su razón de ser sólo si lo enmarcamos en un contexto histórico concreto: entre finales de los 70 e inicios de los 80 del siglo pasado. Y son las propias canciones del dúo original por ella mismas, enmarcadas dentro de su momento histórico, las que en la mayoría de casos eran concordantes con su tiempo y tenían un significado y una razón de ser. Hoy en día, nada de esto tiene sentido, aquí van unos ejemplos.

«La canción del panda»

“Es el panda, es el panda que ha nacido en Madrid…» Esta canción estaba dedicada al primer oso panda nacido en cautividad en Europa. Chu-lin, así le bautizaron, se convirtió en todo un fenómeno mediático internacional. Se hablaba de él en los informativos de televisión, se le dedicaban ríos de tinta en todos los periódicos… Así pues sólo fue cuestión de tiempo y oportunismo que alguien le dedicase una canción, esos fueron nuestros amigos “Enrique y Ana”. ¿Lo recordáis verdad? Todo el mundo, absolutamente todo el mundo estaba al caso de que en el zoo de Madrid había nacido una cría de oso Panda y, evidentemente la canción se convirtió en todo un hit. Pero insisto, gracias a estar en concordancia con el momento y el porqué histórico de su creación. ¿A qué niño de hoy en día le puede interesar que hace 32 años naciese un oso? (a día de hoy de hecho Chu-lin ya está muerto) ¿No estarán más interesados en ver el trailer de “Kung Fu Panda 3” que se estrenará en 2015? Vale, hace un año nació un panda en Madrid, Xing Bao, pero yo me he enterado investigando para este post, y como ya he dicho ¡nació hace un año casi! Las cosas hoy en día se mueven más rápido amiguitos, lo que hoy es noticia, 12 meses después no le interesa a nadie.

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«Mira niño, la cría de Panda más famosa del mundo la guardamos en una caja de zapatos». Anyway, Spain is different…

“Baila con el Hula Hop”

No me quiero extender demasiado con esta canción, y nada tiene que ver el trauma infantil que arrastro desde los 8 años por ser incapaz de mantener el p*t* Hula Hop más de cero coma tres segundos dando vueltas alrededor de mi cintura, pero en serio, ¿alguno de vosotros ve o ha visto últimamente hordas de niños armados con el maléfico aro de plástico barato comprado en el Decathlon poseídos por una especie de baile de San Vito? Pues yo tampoco. Que sí, que era muy bonito y divertido, pero viejun@s, os habéis hartado de comprar a vuestros hijos consolas Wii, Kinects y mierdas varias… explicadles ahora que se destrocen la cadera por darle vueltas a un aro. (aplíquese el mismo concepto a otra canción: “Súper disco chino”, otro despropósito de la incoherencia temporal)

En Corea del norte se ha "Roberto y Ana" son todo un fenómeno y se ha disparado la demanda de Hula Hoops
En Corea del norte «Roberto y Ana» son todo un fenómeno y se ha disparado la demanda de Hula Hops

“Coconut”

Contextualmente podríamos llegar a entender que a inicios de los ochenta muchos de nosotros, niños y niñas inocentes y puros, tuviésemos unos paupérrimos conocimientos de la lengua inglesa, cosa que justificaría que todo la letra de una canción se centrase en descubrir que podía significar el vocablo anglosajón “Coconut” ¿Es un monicaco? ¿Es un mico? ¿Es un muñeco sueco con chaleco? No, Coconut eres tú… bueno, si tú eres un coco claro. Hablar inglés en aquella época era algo relegado a las élites del conocimiento y la cultura, algo al alcance de muy pocos. Hoy en día a los niños se les hiperestimula con el inglés. Todos saben decir buenos días, los colores, los números, decir cómo se llaman… Preguntadle a un niño actualmente qué es un coconut, haced la prueba, en serio.

La reacción de mi hijo al preguntarle si le molaba el coconut.
La reacción de mi hijo al preguntarle si le molaba el coconut.

“La yenka”

Un apunte rápido sólo para comentar que si ya en los ochenta la Yenka era algo rancio, antiguo y vetusto, imaginad lo que el ridículo baile le pude parecer a vuestro sobrinito actualmente. “Vale vale tito, que lo bailes tú.»

Si estáis en una fiesta y ésta resulta ser muy aburrida, la Yenka os puede salvar la vida.
Si estáis en una fiesta y ésta resulta ser muy aburrida, la Yenka os puede salvar la vida.

«Mi Amigo Félix»

Quizá el tema más esperpéntico para ser versionado. ¿Qué niño de hoy en día sabe quién fue Félix Rodríguez de la Fuente? ¿Qué niño? Dejadme hacer una predicción así, a lo loco… ¡absolutamente ninguno! Es más ¿cómo les podría interesar o afectar la muerte del realizador de documentales? Cuando Félix murió todos lloramos. Aquel señor que nos parecía tan entrañable y buena persona (a pesar de que en realidad todo lo que filmaba era con animales adiestrados y entrenados) entró de manera sin igual en nuestros hogares a través de la recordada serie «El hombre y la tierra». A todos nos afectó su temprana muerte en un accidente de avioneta en Alaska. Pero esa canción, sacada de contexto, sin conocer y vivir los motivos por los cuáles todos la conservamos en la memoria, no vale absolutamente nada.  Y no quiero entrar a analizar en detalle la letra, porque eso sería más propio de nuestras series de posts «Canciones de nuestra infancia» (aquí, aquí, aquí, aquí y aquí) o «Canciones políticamente incorrectas» (aquí y aquí), pero no deja de ser muy inquietante la frase «Amigo Félix cuando llegues al cielo (una vez muerto se entiende) quiero ir contigo a jugar un ratito». ¿Nos estaban sugiriendo de una manera nada sutil las bondades del suicidio? ¿Ese es el mensaje que queréis para vuestros hijos?

Dice la leyenda negra que el equipo de "El hombre y la tierra" se sacaba un sobresueldo haciendo de mulas. En la imagen se les ve preparando un cargamento.
Dice la leyenda negra que los miembros del equipo de «El hombre y la tierra» se sacaban un sobresueldo haciendo de «mulas». En esta imagen conseguida en exclusiva por el equipo de investigación de Retro Memories se les ve preparando un cargamento.

Que sí viejun@s, que la nostalgia mola y mola mucho, no podría decir otra cosa como redactor del mejor blog nostálgico del internet entero, pero… Lo bueno de la nostalgia es poder sentirla recordando lo que te pasó a ti. Y lo que te pasó a ti te pasó porqué te tocaba que te pasase, es una simple cuestión de coherencia del destino. Los ochenta fueron bonitos o fueron un mierda, no lo sé, no hay verdades absolutas. Pero sé que la sensación que siento cuando escribo o hablo con amijos y shurmanos sobre las cosas buenas y malas que me pasaron hace tanto tiempo es reconfortante. A parte, en muchas ocasiones me sirve para enfrentarme a antiguos miedos o complejos y relativizar la importancia de cosas que hace treinta años me parecían insuperables.

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Ana ayudando a Enrique a ordenar su armario, antes de salir definitivamente de él. A del Pozo también le parecía insuperable la suyo hace treinta y pico años.

Tuvimos la suerte o la desgracia de ser coetáneos con “Enrique y Ana”, y me gusta haberlo sido, pero lo que jamás haré será que otros (hijos, sobrinos o quién sea), vivan cosas que no les toca vivir simplemente por casuística temporal. Joder, si Hannah Montana se dedica a lamer todo lo que se le pone por delante, emiten “Sálvame” en horario infantil y el nivel de sentido del humor de los jóvenes lo marcan “Aquí no hay quién viva” y “Aída”. ¿No tienen ya suficiente desgracia con lo que les ha tocado vivir para que ahora vengáis vosotros con unas malas versiones de canciones caducas para amargarles más si cabe la existencia? Ya tendrán tiempo de relativizar y valorar su tiempo, pero será SU tiempo. El nuestro ya lo vivimos nosotros. Y no nos engañemos, ¿a quién no le resulta sospechoso hoy en día un treintañero que se junta con una niña de diez años para grabar un disco y tener así la excusa perfecta para irse de gira con ella? Bueno, pensándolo bien, hace treinta años ya era algo… «rarito».

Hace 30 años ya era algo rarito. Esta imagen es de lo más perturbadora. ¿Qué hace Enrique con la mano? ¿Hacia dónde dirige Ana su inocente mirada?
Esta imagen es de lo más perturbadora: ¿Qué hace Enrique con la mano izquierda? ¿No es también sospechoso lo que hace con la derecha? ¿Para qué abre tanto la boca? Y a todo esto… ¿hacia dónde dirige Ana su inocente mirada?

Mi recomendación final, si queréis que los niños escuchen lo que a vosotros os gustaba de pequeños, hacedlo, pero:

  • Uno: ponedles el original.
  • Dos: no les agobiéis.
  • Y tres: dejadlos escoger si os siguen aguantando el rollo de abuelitos cebolleta o no.

Tomad la medicación…