¿Cuáles son todos los dioses aztecas?

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Los dioses aztecas comparten nombres. | Foto: Shutterstock.

Quetzalcoatl, Huitzilopochtli o Tláloc, son sólo algunos de los dioses aztecas más conocidos. Sin embargo, el panteón mexica se encuentra compuesto por al menos una docena de deidades. Aquí te decimos ¿cuáles son todos los dioses aztecas?

¿Cuántos dioses aztecas existen?

Según el historiador Rafael Tena en su libro “La religión mexica”, en la religión oficial mexica pueden identificarse alrededor de 144 nombres que corresponden a dioses distintos o a advocaciones de los mismos. Ya que, según la arqueóloga Danièle Dehouve, los dioses mexicas recibían distintos nombres que oscilaban entre cuatro y 30, varios de los cuales podían ser compartidos por distintas deidades.

“Tezcatlipoca, quien tiene 30 nombres diferentes, los cuales comparte con deidades como Quetzalcoátl”.

De estos nombres, 66% pertenecen a deidades de sexo masculino, y 34% a dioses de sexo femenino.

¿Cuáles son todos los dioses aztecas?

Foto: Uno TV.

De acuerdo con el experto, los dioses mexicas han sido clasificados en tres grupos, según sus afinidades para los aztecas.

Grupo 1: Dioses creadores y providentes

Los indígenas nahuas creían que había una pareja de dioses primordiales llamada “Ometéotl” que en español se entiende como “Dios dual”, la cual estaba formada por:

  • Tonacateuctli era el “Señor de los mantenimientos”
  • Tonacacíhuatl era la “Señora de los mantenimientos”
“Los mantenimientos aludidos son los cultivos vegetales, que prosperan con el calor del sol (tonacáyotl), y particularmente el maíz, que era la base de la alimentación prehispánica; de manera que la deidad suprema era vista fundamentalmente como “sustentadora o alimentadora de la humanidad”.

A estos le siguen:

  • Tezcatlipoca, “Humo (o reverberación) de espejo”: dios creador, invisible, inasible, omnipotente y arbitrario.
  • Quetzalcóatl, “Serpiente de plumas verdes”: dios creador y benéfico.
  • Xiuhteuctli, “Señor del año” o “Señor de las turquesas”: dios del fuego y del señorío.
  • Yacateuctli, “Señor guía”: dios de los mercaderes y viajeros.

Grupo 2: Dioses de la fertilidad agrícola y humana (del placer)

A este grupo pertenecen al menos siete dioses:

  • Tláloc “El que se tiende sobre la tierra” o “El que está hecho de tierra” (Tlálloc): dios de las aguas.
  • Eécatl (Quetzalcóatl), “Viento (Serpiente de plumas verdes)”: dios del viento.
  • Xochipilli, “Noble, Flor”: dios del Sol naciente y de la alegría.
  • Xipetótec, “Nuestro señor desollado”: dios de la vegetación que renace.
  • Centéotl: “Dios del maíz”.
  • Metztli, “Luna”: deidad de la Luna.
  • Teteoínnan, “Madre de los dioses”: diosa madre universal.

Grupo 3: Dioses que conservan la energía del mundo, pero que a su vez requieren restaurar sus propias fuerzas mediante el nutrimento de la guerra y de los sacrificios humanos

A este grupo pertenecen cinco dioses aztecas, entre ellos:

  • Tonatiuh, “El que va alumbrando”: dios del Sol.
  • Huitzilopochtli, “Colibrí de la izquierda” o del sur, zurdo: dios solar de los guerreros, dios tutelar de los mexicas.
  • Mixcóatl, “Serpiente de nubes”: dios de la Vía Láctea.
  • Tlahuizcalpanteuctli, “Señor de la aurora”: dios del planeta Venus.
  • Mictlanteuctli, “Señor del lugar de los muertos”: dios del inframundo.

¿Cómo eran los dioses aztecas?

Los mexicas representaban a sus dioses de forma antropomorfa, ya que, según Dehouve, los consideraban como entidades dotadas de un cuerpo humano ya fueran hombres o mujeres adultos.

Por su parte, Rafael Tena sostiene que los dioses a veces estaban relacionados entre sí por vínculos de parentesco, ya sea como conyugues o como padres, hijos y hermanos.

Además de poseer distintos poderes sobrehumanos, los dioses aztecas tenían la cualidad de ser inmortales, entendiendo la inmortalidad como “que en lo futuro existirían para siempre”, por lo que podrían morir, resucitar o volver a nacer infinitamente. Así como de poseer el don la ubicuidad, es decir, podían trasladarse instantáneamente a muchos sitios.

El historiador también sostiene que, los dioses podían vivir en los diferentes cielos, en lugares específicos de la tierra o en el inframundo.

“Los indígenas prehispánicos también imaginaban a sus dioses como invisibles y capaces al mismo tiempo de manifestarse en diversos modos a los hombres; por ejemplo, en sueños, a través de apariciones fantasmales, o disfrazados bajo el aspecto de sus respectivos nahuales; estos nahuales o “dobles” de los dioses eran generalmente seres zoomorfos, portadores de augurios”, dice el historiador.

Los dioses aztecas no eran sólo benévolos y providentes en sus relaciones con los hombres, y por lo tanto dignos de veneración y agradecimiento; también podían mostrarse, más que justos, arbitrarios y maléficos, y por consiguiente resultar temibles.

¿Cómo eran representados?

Los dioses aztecas se representaban iconográficamente con rasgos y atavíos diagnósticos que permitían su identificación; así aparecen dichos dioses en las imágenes arqueológicas, en los códices y en las descripciones de las crónicas.

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