Pastel peruano de choclo
El pastel peruano de choclo es un alimento cargado de carbohidratos saludables. Anota los pasos y disfruta de su sabor y su textura.
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El pastel peruano de choclo es un símbolo es muy popular en latinoamericana. Aunque existen dudas sobre su verdadero origen, este postre tiene tantas versiones como países existen en Suramérica. Tanto Perú como Chile se adjudican el origen de esta preparación que originalmente se elaboraba con granos de choclo o “maíz” sin harina. Se dice que este fue elaborado por los monjes dominicos hace más de tres siglos, pero en el libro “Perú y sus manjares” se publica la receta de las monjas clarisas de Lima, reconociéndola como la tradicional. En esa versión, se utiliza harina de trigo para dar mayor esponjosidad a la preparación.
La elaboración del pastel peruano de choclo es realmente sencilla. Incluso no se utiliza batidora, porque los ingredientes se trituran y mezclan en la licuadora. Se recomienda usar el “choclo blanco de grano pequeño” por ser más suave. Pero, se puede comprar cualquier tipo de maíz y desgranarse para licuar los granos. Asimismo, usar la sémola natural o congelada.
El maíz es el tercer cereal de mayor consumo en el mundo. Esto se debe a su gran potencial nutricional. Se trata de un alimento que contiene carbohidratos no solubles ideales para la alimentación de los niños y los deportistas. Su consumo regular contribuye a nivelar el azúcar en la sangre… ¡Continúa leyendo cómo elaborar esta receta!
Ingredientes:
Cómo preparar pastel peruano de choclo:
- Colocar los granos de choclo, la leche evaporada y el aceite en la licuadora y triturar durante 2 minutos.
- Incorporar los huevos y el azúcar en la licuadora. Triturar durante un minuto más.
- Añadir el polvo de hornear, el anís y la sal. Seguir triturando bien.
- Incorporar la harina poco a poco y mezclar hasta obtener una masa densa.
- Preparar un molde para hornear con mantequilla y harina.
- Verter la mezcla en el molde y esparcir las pasas encima.
- Hornear la masa durante 1 hora a 180° C.
- Meter un palillo en el centro del pastel para comprobar si está cocido completamente.
- Retirar del horno y dejar reposar.
- Servir cuando se enfríe, evitar servirlo en caliente.
Esta receta permite obtener 8 raciones de un pastel robusto y alimenticio. Se puede consumir como postre o desayuno complementado con queso blanco. Prepáralo y sírvelo a tus niños como merienda… ¡A cocinar! Si te ha parecido interesante esta receta, no dejes de compartirla con tus amigos y contactos.
