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Cultura y Espectáculos

A 10 años de la muerte del hombre que conquistó a un país, Sandro

Fue un 4 de Enero cuando el gitano dejó este mundo. En este día se cumple un década de su partida, acá un recorrido por su historia, su paso por la provincia y su influencia en los millenials.

04 de enero de 2020

Este sábado 4 de enero  se cumplen diez años de la muerte de Sandro, cantante, músico, actor, showman, uno de los más grandes ídolos populares de todos los tiempos, en Argentina y el resto de América. Ha pasado una década ya desde cuando agarrado a una última esperanza, Sandro no pudo contra el enfisema pulmonar que condicionó los últimos años de su vida. Un mes y medio antes, en el Hospital Italiano de Mendoza, le habían realizado un trasplante cardiopulmonar, al que siguieron otras cinco cirugías menores, cuyas complicaciones derivaron en una infección. A las 20.40 del 4 de enero de 2010, Sandro moría a causa de un shock séptico. Uno de los personajes más carismáticos de la historia cultural argentina trascendería por generaciones.

Roberto Sánchez, así se llamaba, nació en 1945 en una familia de trabajadores. Pasó su infancia en Valentín Alsina, un poco estudiando y otro poco imitando a Elvis Presley, hasta que tuvo que suspender todo para salir a trabajar de varias cosas, antes de encontrar la posibilidad de dedicarse a la música. Aprendió a tocar la guitarra con Enrique Irigoytía, el amigo con quien formó enseguida su primer dúo. Por entonces, allá por 1960, Roberto comenzó a ser Sandro. Algunos aseguran que el nombre artístico es una derivación de Sandor, nombre húngaro, homenaje del artista a su abuelo paterno, que era gitano. Con Los Caniches de Oklahoma --así llamó su primera banda-- Sandro grabó "Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina”, un single que no le interesó a nadie. Acaso la época comenzaba a reclamar ardores de sus artistas y aparecieron Los de Fuego, donde Sandro fue guitarrista y segunda voz, hasta que el cantante principal, Héctor Centurión, que también tocaba el bajo, dejó de cantar. Al poco tiempo se presentaban como “Sandro y Los de Fuego”. En 1963 grabó un simple para CBS, sin Los de Fuego, con versiones en castellano de Paul Anka y Elvis. Pero la fama seguía sin tocar su puerta.

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Eso si, esa mirada cautivadora y esa sensual actitud en el escenario no podía pasar desapercibida ya que los fundamentalistas católicos, que indignados por las insinuaciones sexuales de su estilo, impulsaron su exclusión de la televisión. Todo parecía tener un fin.

Hasta que apareció Pipo Mancera, un hombre exitoso en los medios y por ende influyente, logró que la censura se levantase y que el artista caminara hacia la cima. Mancera lo presentó en su Sábados circulares: “Señoras y señores, con ustedes… Alguien que en quince días será un éxito”, parecía un chiste pero era un premonición. Sandro siempre recordaría con cariño y agradecimiento el gesto del conductor en aquel bautismo artístico en un programa exitosísimo en el que también instaló, sin ensayo previo, otro de sus atributos diferenciales: su desfachatado movimiento de pelvis, que terminó siendo su marca de estilo.

Después de ahí fue un camino en ascenso. Con 52 álbumes originales que vendieron más de 20 millones de copias, 11 discos de oro (en tiempos en que cada uno de esos premios significaba ventas reales de más de un millón de discos), 13 películas, el record de convocatoria con 40 Gran Rex llenos en la temporada 98/99, Sandro conquistó el título de artista popular.

SU PASO POR LA TIERRA DEL BUEN SOL Y EL BUEN VINO

El gitano estuvo en San Juan en tres oportunidades. Su bautismo en el verano 66-67, junto a Los de Fuego, cuando cantaron en cancha de San Martín como teloneros de Palito Ortega. Su segunda visita fue en 1972 en el Aldo Cantoni, en esta etapa ya era solista, y por último arribó  en septiembre de 1985, también en el Estadio Cerrado.

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DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

Si bien su última presentación en la provincia fue en el 85, Sandro sigue estando en la pasión de muchos. El año pasado se realizaron conciertos tributos al Gitano en el Teatro Municipal y la Plaza “de la Joroba”, además de la serie que tuvo un revival en los millenials.

Sin duda es un artista que trascendió su tiempo y envejece bien artísticamente, es un ícono pop de la sensulidad y sus canciones siguen sonando, sin duda nuestro “Rey”.

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