CIUDADES INCAS EN EL TIEMPO

 

Civilización inca

La civilización inca fue una de las más importantes en la historia de América, su trascendencia se hace visible aún en nuestros días con muestras de arquitectura monumental y toda una herencia cultural que se hace presente a lo largo de la América andina. A pesar de su relativamente corta existencia, su legado ha superado el paso del tiempo, sus ciudades fueron una muestra del ingenio y avance tecnológico con que contaban.

Algunas de las construcciones que aún perduran son sus famosas carreteras, hechas de macizas piedras, dentro de un circuito de caminos que integraba a todo el Imperio Inca, que se extendía desde lo que hoy es Colombia hasta Chile; su existencia fue de mucha relevancia, ya que conectaba a todos los suyos (una unidad territorial y administrativa, un equivalente a una provincia ) con la ciudad de Cuzco.  

Los incas construyeron uno de los sistemas viales más extensos y complejos del mundo, nos estamos refiriendo al gran camino Inca o Qhapaq Ñan, el cual atravesó diversos paisajes del Tawantinsuyu con la finalidad de mejorar la administración y control del Estado sobre los grupos étnicos conquistados, intensificándose esto con la creación de centros administrativos, los cuales fueron edificados sobre territorios estratégicos, algunas veces, sin ocupaciones previas (Ordóñez, 2013: 1).

El comprender una extensión territorial tan vasta hacía necesaria la división de territorios para una mejor administración, el llamado Tahuantinsuyo o Imperio Inca se extendía por un extenso territorio que en la actualidad comprendería Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina y sur de Colombia. Los incas, a través de sus conquistas, formaron el imperio que dividieron en cuatros regiones llamadas suyos: el Andesuyo - también llamado Antisuyu (noreste), el Collasuyo (sureste), el Condesuyo -también llamado Contisuyu o Cuntinsuyu (suroeste) y el Chinchaysuyo (noroeste)” (Ferreiro, 2013: 97-98).

En aquel extenso territorio, la civilización inca emplazó grandes templos dedicados a sus dioses más importantes, pero entre ellos destacaba: “…el culto al Sol, situándolo por encima de cualquier otro dios local. El culto al Sol suponía un intento monoteísta en un ámbito acostumbrado a la divinización del entorno hasta extremos insospechados” (Fauria, 1989: 32).

La extensión del Imperio Inca no hubiera sido posible sin la guerra, que aseguraba su expansión territorial: “el método utilizado por los incas para someter a otros pueblos no era muy diferente del utilizado por los españoles. En un primer momento, se intentaba convencer a la población por medio del culto al Sol, y si estos se resistían a ser ocupados, se recurría al enfrentamiento. Una vez conquistado el territorio, solían mantener a sus gobernantes, los cuales debían reconocer al inca y aceptar su religión y lengua (Ferreiro, 2013: 98)”.

Este gran imperio tenía como capital a la ciudad de Cuzco, ubicada a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, también llamada el “ombligo del mundo”, desde allí se administraba todo el imperio; la ciudad estaba llena de monumentos, grandes construcciones palaciegas y ceremoniales.

La importancia de Tambo Colorado

Conforme los incas conquistaban tierras, el acceso al océano Pacífico fue importante para controlar por mar la zona y abastecerse de productos marinos, una de las ciudades clave para la comunicación entre la costa y la sierra fue Tambo Colorado, también conocido como Pukawasi “casa roja” y Puka Tampu “lugar de descanso rojo”, nombres que hacen alusión al color rojo de las paredes de adobe en el lugar. Las paredes originales fueron pintadas con filas horizontales de color rojo, blanco y amarillo. Las condiciones ambientales propicias ayudaron a resguardar gran parte de esta pintura.

Recreación de Tambo Colorado durante el período inca. Carlos Gómez

Recreación de Tambo Colorado durante el período inca. Carlos Gómez

Ubicado en el valle de Pisco, al sur de Lima, en los tiempos prehispánicos ese territorio correspondía al límite entre el Cuntinsuyu y el Chinchaysuyu, Tambo Colorado es uno de los sitios arqueológicos del período inca mejor conservados en la actualidad. “Construido para ser el centro administrativo inca en esa zona, posee dos de las principales características de tal tipo de sitios: una gran plaza en forma de trapecio y un ushunu o trono ceremonial que solo lo poseían las ciudades más importantes del Imperio del Tawantinsuyu” (Tavera, 81).

 
 Vista actual de Tambo Colorado. Sayslife

 Vista actual de Tambo Colorado. Sayslife

 
 
 

Una de las particularidades del sitio: estar totalmente construido en adobe; constituye uno de los mejores representantes de este tipo de ingeniería y arquitectura inca en la costa del Perú. La arquitectura del lugar incorpora elementos del estilo inca, así como aspectos de las culturas locales ica y chincha. Tambo Colorado aún conserva parte de la pintura original como el rojo, amarillo y blanco con los que decoraban los muros del sitio.

Ciudad de Huánuco Pampa

La ciudad de Huánuco Pampa fue el centro administrativo del Chinchaysuyo, una de las cuatro provincias o regiones en que estaba dividido políticamente el Imperio Inca: “uno de los pocos que se han conservado hasta la actualidad, sin muchas alteraciones, manteniendo una traza urbana muy similar a la que presentaba en épocas prehispánicas” (Ordóñez, 2013: 1).

Es un legado incaico tardío, el más importante de la región, cuya construcción se inició, posiblemente, después de las conquistas de esta región del Chinchaysuyu por el inca Pachacutec y, principalmente, durante el gobierno de su hijo Túpac Inca Yupanqui, en 1460; y se vio interrumpido en 1536 a causa de la invasión europea a tierras de los incas, con la finalidad de ser un centro de poder para la región, así como un pueblo productor de textiles de fina calidad. Tras la invasión española fue rápidamente abandonado.

 
Vista aérea de Huánuco Pampa. Ministerio de Cultura de Perú

Vista aérea de Huánuco Pampa. Ministerio de Cultura de Perú

 

A nivel cronológico, Huánuco Pampa comprende dos ocupaciones diferenciadas y superpuestas: la inca y la colonial temprana. Este sitio arqueológico contiene alrededor de 3500 edificaciones arquitectónicas entre construcciones ceremoniales, residenciales y depósitos. De forma general, las áreas que comprende son: el área central con la plaza y los edificios monumentales asociados, las zonas residenciales y administrativas, las áreas de almacenamiento y los segmentos de caminos con sus componentes asociados alrededor del sitio (Ordóñez, 2015: 46).

Destaca la presencia de una kancha o plaza frente a un ushno o muro ceremonial. Según las investigaciones arqueológicas, la presencia de estos dos espacios tenía la finalidad de reconocer el poderío inca en las provincias dominadas. Esta dualidad también hacía de estos lugares puntos clave donde se realizaban distintas ceremonias y festividades mediante las cuales los incas aseguraban la lealtad y apoyo tributario de los pueblos dominados.

El ushno que se encuentra en este sitio presenta base rectangular y su altura supera los tres metros. Aquí se puede observar la presencia de escalinatas que se encuentran direccionadas hacia la parte superior del muro. Como nexos entre esta construcción y la plaza se observan algunas portadas de forma trapezoidal, en la que pueden apreciarse algunas imágenes de felinos.

Huánuco Pampa actualmente se encuentra en ruinas, pero mantiene su traza, la cual nos da una idea de cómo pudo haberse distribuido; aún hay estructuras que yacen bajo tierra, las cuales muestran que la ciudad seguirá arrojando datos sobre sus funciones e importancia dentro de lo que fue el Tahuantinsuyo.

La monumental Machu Picchu

El hallazgo de la ciudad inca de Machu Picchu, por Hiram Bingham, fue todo un acontecimiento y un gran aporte para la historia prehispánica de América a inicios del siglo XX, debido a su ubicación casi inaccesible para la época, resultó ser una de las obras más emblemáticas de la arquitectura inca, su historia es contada por distintos cronistas desde el siglo XVI, uno de ellos fue Pedro Cieza de León, quien señalaba la existencia de un santuario que databa de mediados del siglo XV, “…esta hazaña de arquitectura e ingeniería civil debe remontarse al Incario, cuando gobernaban los incas Pachacútec y Túpac Yupanqui (Kauffmann, 2014: 326)”. Ubicada en medio de dos montañas llamadas Machu Picchu y Huayna Picchu.

Le dio el nombre de Patallaqta (…) El complejo urbanístico estaba centrado en una plaza que dividía dos sectores: urín, “espacio residencial”, y hanán, “espacio sagrado”. Contenía jardines y terrazas para cultivo y experimentación, además de 172 recintos, varios altares al aire libre, observatorio astronómico y una red de agua con fuentes para una población de entre 300 y 1000 habitantes (Page, 2008: 17).

Vista idealizada de Machu Picchu. Fernando J. Sanchez Menendez

Vista idealizada de Machu Picchu. Fernando J. Sanchez Menendez

En la ciudad se pueden observar dos sectores bien marcados divididos por un muro de aproximadamente 400 metros de largo: uno orientado a fines agrarios y otro más urbanístico. El área de agricultura se detalla por la existencia de terrazas o andenes que se utilizaban para el cultivo de variados alimentos. Cerca de esta zona se hallan algunas pequeñas casas que pudieron ser vivienda de los agricultores.

 
Vista actual de Machu Picchu. Icelight

Vista actual de Machu Picchu. Icelight

 

Una visión de conjunto permite advertir dos grandes áreas en Machu Picchu: la zona agraria y la zona urbana. La primera está conformada por campos de cultivo, y la segunda, por diversas edificaciones: “la zona urbana presenta a su vez dos sectores: el Espacio Sagrado y el Espacio Residencial. Cada uno agrupa construcciones con número variado de recintos. En ambos espacios, las edificaciones reciben nombres convencionales, por lo general acuñados por Bingham” (Kauffmann, 2014: 327-328).

En Machu Picchu también pueden verse canales de regadío y sofisticados sistemas de cultivo que permitían aprovechar, incluso, las laderas de las montañas más escarpadas. Gracias a la construcción de estas infraestructuras, fueron capaces de cosechar y almacenar excedentes de alimentos que distribuían entre la población en caso de necesidad. Actualmente, Machu Picchu mantiene su traza y edificios de época debido a su ubicación geográfica, que ayudó a no ser desmantelada por los españoles ni por saqueadores posteriores, pero el paso del tiempo ha deteriorado ciertas estructuras; hoy, gracias a la protección e investigación por parte del Gobierno del Perú y la UNESCO, la ciudad se encuentra en conservación y se puede tener una idea de su esplendoroso pasado.

La llacta de Vilcashuamán

Una de las ciudades que mantiene importantes restos de arquitectura inca que se fusionan con la contemporánea es la ciudad de Vilcashuamán, servía como un sitio ceremonial principal en la ruta del Qapaq Ñan (nombre en idioma quechua que significa camino del inca), también fungía como un templo de culto al Sol y se constituyó en un sitio desde el cual se expandía el idioma quechua a todo el Tahuantinsuyo.

Vilcashuamán fue el primer centro administrativo fundado y mandado a edificar por Pachacuteq, luego de la derrota de los chankas. Tenía como sede la actual ciudad de Vilcashuamán. El nombre mencionado por diferentes cronistas para referirse a este centro administrativo provendría de la palabra quechua willkawaman, la misma que derivaría de dos topónimos quechuas: Willca, que significa sagrado, adoratorio, viejo (en aymara significa sol) y Waman, que significa Halcón. De la unión de estas dos palabras tendríamos: halcón sagrado, viejo halcón o adoratorio del halcón (Cavero, 2014: 45).

Ushnu de Vilcashuamán. Guillermo Arévalo Aucahuasi

Ushnu de Vilcashuamán. Guillermo Arévalo Aucahuasi

Vilcashuamán se convirtió en una verdadera obra de arte de la arquitectura inca. Cuenta con construcciones características como la plaza trapezoidal, templos dedicados al sol y la luna, y un trono: “El actual poblado se asienta sobre una llacta o ciudadela inca con más de 500 años de antigüedad. Aunque varias casas contemporáneas se han construido sobre muros prehispánicos, todavía es posible apreciar la arquitectura de la época dorada del Tahuantinsuyo” (Carlín, 2008: 3).

Ruinas del templo del sol. Manuel Machuca Saavedra

Ruinas del templo del sol. Manuel Machuca Saavedra

Algo que llama visiblemente la atención cuando se llega a Vilcashuamán es que se trata de una ciudad que se ha levantado sobre las ruinas de la antigua ciudad inca; se observan los restos de los templos del Sol y de la Luna, encima de los cuales se ha edificado una iglesia colonial. Esta mezcla de épocas es una constante en Vilcashuamán, donde las huellas de la ocupación inca deben convivir con las necesidades de la población actual. Sin embargo, al subir las escalinatas de estos templos y apreciar desde otra perspectiva las construcciones aledañas lo que más salta a la vista es la herencia inca. Aún se pueden adivinar los contornos de una plazoleta trapezoidal donde se realizaban sacrificios. Incluso, por encima de las actuales casas, se puede ver en la cima de una pirámide el ushno o trono ritual en el que se sentaba el soberano con su esposa durante las ceremonias (Carlín, 2008: 5).

Actualmente, Vilcashuamán es una ciudad que ha fusionado su herencia, en ella reposan las estructuras incas con iglesias construidas por los españoles durante la conquista del Perú, la ciudad es un sincretismo arquitectónico de la herencia prehispánica inca y la colonial española, actualmente es un pequeño pueblo que durante el período inca llegó a ser una gran ciudad.

Ollantaytambo: la nobleza del Imperio

La ciudad de Ollantaytambo fue uno de los sitios que entraron bajo el dominio de los incas. Debido a su ubicación estratégica, durante la conquista sirvió de puesto de defensa contra los españoles que en 1537 se enfrentaron -en Ollantaytambo- con los últimos incas que se resistían a la invasión europea. Estas tierras estaban reservadas a la dinastía de gobernantes incas, la ciudad fue un importante centro religioso, agrícola y también militar.

La concepción andina de urbanismo fue muy distinta a la del viejo mundo. La llajta incaica tuvo funciones múltiples, pero bien definidas. Tenía como base la organización social del ayllu, que a su vez se fundaba en vínculos consanguíneos, considerándose sus integrantes descendientes de un tótem común o de una pareja de antepasados remotos (Montalvo, 2014: 9).

 
Ruinas de Ollantaytambo. Santiago Stucchi

Ruinas de Ollantaytambo. Santiago Stucchi

 

Un lugar emblemático en la ciudad de Ollantaytambo es, sin duda, el Templo del Sol, hace alusión al nombre del vocablo quechua que significa “lugar para ver hacia abajo”, este lugar tiene 6 monolitos en la cima, cabe resaltar que está localizado en lo más alto de una pirámide de la ciudad y para poder acceder a una vista espectacular se deben ascender, aproximadamente, 150 escalones.

El material que utilizaron los incas para construir este sitio sagrado fueron las rocas de granito, se dice que estas piedras fueron extraídas y transportadas a cuatro kilómetros del Valle Sagrado de los Incas. El pueblo se dividía en bloques rectangulares con un esquema geométrico bien planeado que da la impresión de ser un pueblo diseñado por arquitectos modernos. Sus calles delgadas se abren en dirección al río Urubamba. Cada manzana o kancha está compuesta por un conjunto de viviendas que comparten una misma puerta hacia el patio central. Originalmente, se usaba un puente colgante hecho con fibras trenzadas de ichu o maguey, que debían ser renovadas anualmente (Montalvo, 2014: 8).

 
Vista de Ollantaytambo. Mx._Granger

Vista de Ollantaytambo. Mx._Granger

 

Durante la época de los incas todo el Valle Sagrado fue un lugar importante para la explotación de la agricultura, de igual forma sucedió con las terrazas de Ollantaytambo,  que fueron utilizadas por los pobladores para sembrar y cultivar. Los andenes de la ciudad tienen unos 700 metros de largo, 58 metros de anchura y 10 metros de fondo: “Hoy, los puentes de piedra que atraviesan el río están construidos sobre dos enormes cantos. La actividad agrícola de esta zona se vio beneficiada por la presencia del riachuelo de Patakancha, lugar donde se veían grandes terrazas de cultivo que en la actualidad están deterioradas y abandonadas” (Montalvo, 2014: 8).

Actualmente, la ciudad de Ollantaytambo es un caso parecido a Vilcashuamán; la ciudad mezcla la arquitectura inca con la española y la contemporánea, sus grandes estructuras se encuentran en los alrededores, sus terrazas sobre las montañas y templos aún perduran y requieren de más estudios y excavaciones para su completa comprensión.

La monumental ciudad de Cuzco

El origen de la ciudad prehispánica de Cuzco está relacionado con una leyenda que tiene como protagonistas a Manco Cápac y Mama Ocllo, hijos de Inti (el dios Sol) y Quilla (la diosa Luna). Ambos hermanos partieron de la Isla del Sol, en el lago Titicaca, en busca de un lugar para fundar una ciudad; el lugar elegido fue aquel donde la vara de oro que llevaban consigo se clavó en la tierra de un solo golpe, aquella se clavó en un valle rodeado de montañas donde actualmente se asienta la ciudad y fue llamada qusqu, que quiere decir “ombligo”.

…el Cuzco fue concebido como un sistema urbano disperso en torno a la cabecera de un elevado valle andino: la cuenca alta del río Watanay. Su territorio fue transformado profundamente, pero en consonancia con los lineamientos; una transformación que fue guiada por la voluntad de mantener un equilibrio con las fuerzas sobrenaturales (Beltrán-Caballero, 2015: 23).

Vista idealizada del Cuzco a fines del siglo XVI. Georg Braun; Frans Hogenberg

Vista idealizada del Cuzco a fines del siglo XVI. Georg Braun; Frans Hogenberg

La llegada de las fuerzas españolas a la ciudad de Cuzco, en el siglo XVI, significó un cambio en las tradiciones, la religión y la arquitectura de la ciudad: se destruyeron los templos y viviendas para edificar, en su lugar o sobre ellos, viviendas, capillas o iglesias para la nueva ciudad; un ejemplo es el templo de Coricancha, sobre el cual se edificó una iglesia católica. Sobre lo que fuera el Palacio Real del Inca Viracocha, por ejemplo, fue construida la catedral de Cuzco. Incluso se construyeron casas en el espacio de la Plaza de Armas, reduciéndola considerablemente de tamaño.

Las modificaciones de la traza de la capital inka comenzaron poco después de la conquista, cuando -en 1536- el Cuzco imperial fue parcialmente destruido, como parte de la resistencia de Manco Inka, durante la lucha entre españoles e inkas. Con la toma española de Cuzco, los palacios reales y templos sagrados de los inkas fueron derribados para construir los edificios que requería el nuevo orden establecido por la administración colonial (Alfaro, 2015: 11).

Reconstrucción digital del templo de Coricancha en Cuzco. Martín Rodríguez Pontes

Reconstrucción digital del templo de Coricancha en Cuzco. Martín Rodríguez Pontes

La ciudad de Cuzco se constituyó inicialmente en el centro administrativo colonial del Virreinato del Perú, antes de la fundación de Lima; su población, que tenía mayoría indígena perteneciente a la aristocracia inca, gozaba de privilegios y predios dentro de la ciudad, a diferencia de otros que fueron utilizados como mano de obra para la construcción. Formó parte de la ruta comercial que unía Cuzco con Buenos Aires.  

…la fundación de una ciudad nueva en el Cuzco implicó la profunda transformación del entorno que rodeaba el renovado asentamiento. Como ocurre cuando arrojamos una piedra en un estanque, los territorios de la ciudad capital fueron organizados en forma de anillos concéntricos en torno al centro representativo construido que rodeaba la gran plaza ceremonial de Kusipata/Awcaypata (Beltrán-Caballero, 2015: 55).

Actualmente, la ciudad del Cuzco mantiene restos de su gran esplendor como capital del Imperio Inca; sus grandes templos y plaza principal yacen en ruinas y se mezclan con las iglesias y edificios levantados por los conquistadores españoles, la ciudad cuenta con arquitectura moderna que hacen de ella una ciudad cosmopolita y una de las más visitadas en Sudamérica.

Vista de la ciudad de Cuzco hacia 2007. Martin St-Amant

Vista de la ciudad de Cuzco hacia 2007. Martin St-Amant

Se concluye el artículo señalando la importancia que tuvieron las ciudades incas mencionadas, cada una de ellas posee un común denominador: el haber perdurado a través del tiempo, algunas quedaron en ruinas y otras se han fusionado con los estilos arquitectónicos que trajeron los europeos. Cada una de las ciudades ejercía diversas funciones dentro del Imperio Inca: Tambo Colorado era la puerta de acceso al océano Pacífico; Huánuco Pampa se consolidó como el centro administrativo de la provincia Chinchaysuyo; Machu Picchu como una obra maestra de ingeniería y arquitectura, Vilcashuamán se constituyó en un gran centro ceremonial. Ollantaytambo, una ciudad residencia de la nobleza incaica, además de resaltar por su agricultura. Y, por supuesto, la capital del Imperio: la ciudad de Cuzco, que fue un ejemplo de la monumental arquitectura inca con importancia religiosa, militar y política.



José Miguel Piérola Marás / Historiador

 

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