He estado en el Carnaval de Río de Janeiro. Carnaval con mayúscula porque lo es. "El mayor espectáculo de la Tierra". Así se refiere a él Marcelo Alves desde Riotur y así lo viví en mis carnes. Tan fuerte que no fui consciente ni lo asumí hasta horas después y nada tuvieron que ver las caipirinhas, lo juro.

No soy muy carnavalesco. Habrá quien diga lo contrario quizá por mi forma de ser pero no es una fiesta que me fascine y hasta me da un poco de miedo. Y eso que nací en Ciudad Real donde, ríete, hay una tradición bastante extensa y un desfile medianamente reseñable, salvando las obvias distancias.

No soy muy del carnaval cutre, matizo. Llámame antiguo pero, aun gustándome las fiestas callejeras en su justa medida, me echa para atrás el griterío, la multitud y la locura justificada detrás de una máscara. Soy más de caretas fuera. Eso sí, de show, desfile, música y "glitter", lo que quieras.

Me muero por ir a Venecia a un baile elegante, por ejemplo. Si me lees y tienes posibilidades, escríbeme cuando pase este embrollo del coronavirus. De momento, conozco, si cuenta, el carnaval de Ciudad Real, por razones claras ya mencionadas. Conozco el de Uruguay, que presume de ser el más largo del mundo y cobra protagonismo absoluto a ritmo de candombe en sus Desfiles de Llamadas organizados en las calles y, ahora, acabo de conocer el de Brasil. Estoy pensando que para no gustarme ya van dos cruces de charco con el carnaval como excusa.

Pero, ¿qué tiene el de Brasil, concretamente el de Río de Janeiro, para que a esta ciudad se la denomine "la ciudad de los 50 días de carnaval" y para que más de diez millones de almas paseen sus calles en algún momento en esta época del año? ¿Cómo se vive y cómo tienes que visitarlo? Aquí algunas pistas infalibles para que vayas preparando plumas y purpurina de cara al año próximo:

EL TEMPLO: EL SAMBÓDROMO. LLÉVATE COJÍN E IMPERMEABLE

Este año es nuevo. Remodelado, para ser exacto. El "paseíllo" de 700 metros por el que desfilan las principales escuelas de samba, ideado por Oscar Niemeyer, promete ser más seguro y confortable. Esta especie de estadio alargado con 70.000 seres humanos impone ya desde sus accesos laterales, donde se vive un ambiente a caballo entre pre fútbol y feria popular repleta de casetas de bebida y comida. Lo de más seguro y confortable, no sé. Desconozco cómo estaba antes pero sé que las gradas son puros escalones de hormigón, que no hay donde reposar la espalda ni el cucu y que esa noche había llovido y se flotaba, más que sentarse, sobre charcos del tamaño del Amazonas. Lo de Niemeyer, bueno, Dios me libre de opinar de lo que no sé pero de Niemeyer apenas el arco final con forma de tanga.

En el sambódromo, en la calle, a todas horas. Esta es tu guía si quieres sobrevivir al carnaval de Río de Janeiro
Fernando Grilli - Riotur

¿CÓMO ACUDIR?

Puedes comprar entradas en internet pero hazlo con tiempo. La LIESA (Liga Independiente de Escuelas de Samba) suele ponerlas a la venta en noviembre. Las más básicas y en peor ubicación rondan los 80/100 dólares. De ahí para arriba. No es barato ir al sambódromo, y menos para un brasileño. Por eso, no hay muchos brasileños más allá de los que desfilan y sus acérrimos fans. ¿Un consejo? Con altura. Compra una grada a cierta distancia del suelo para poder tener una visión global del sarao. Apreciarás mejor el conjunto, los ritmos y los colores. Además, algunas carrozas son condenadamente inmensas y no quieres pasarte horas con el cuello roto mirando al cielo. Si quieres moverte más a tu aire, por motivos que retomo después, coge suelo ("frisas").

¿QUÍEN DESFILA?

El sambódromo es lo que ve tu madre en el Telediario todos los años. Es el clímax del carnaval. Allí se dan cita, durante varias noches la última semana, las escuelas de samba que compiten por ser la mejor. Hay dos grupos, algo así como primera y segunda división. El Grupo A es la segunda división y desfila las dos primeras noches. El Grupo Especial es el de las "top", de entre las que siempre salen las seis primeras que vuelven a desfilar el último día, como colofón. Lo mejor es que reserves para alguno de los dos días en los que se la juegan las del Grupo Especial. Yo no escogería el último. Aunque sean las seis líderes, ya saben que han ganado y me temo que no se lo curren tanto. ¿Algunas de las más históricas? Portela y Mangueira existen desde el primer concurso, en 1929. Y suelen ser caballo ganador. Yo no tuve la suerte de verlas porque aún no estaba allí pero tuve la suerte de que me tocara Salgueiro, otra de las grandes y de las finalistas en esta edición. Sin palabras.

En el sambódromo, en la calle, a todas horas. Esta es tu guía si quieres sobrevivir al carnaval de Río de Janeiro
Gabriel Nascimento - Riotur
Así empezaba el circo de Salgueiro

¿PUEDES DESFILAR?

Sí. Al parecer las escuelas están encantadas de acoger guiris entre sus filas. Es algo que se puede solicitar también a través de la web de la LIESA cumpliendo ciertos requisitos como, por ejemplo, la estancia en Río con tiempo previo suficiente y la compra de la "fantasía" o disfraz (me gusta mucho más "fantasía" y pienso usarlo a partir de ya). Yo esto tampoco lo sabía hasta después. De lo contrario, el enfoque de este reportaje sí que sería fantasía y seguiría teniendo brillantina hasta en el mismísimo.

¿QUÉ ES UNA ESCUELA DE SAMBA?

El carnaval llegó a Brasil a la europea, a ritmo de vals y polca, con los portugueses. Fueron las influencias africanas de los esclavos las que lo hicieron evolucionar hasta lo que es ahora. De ahí viene el tono festivo, el colorinchi, la percusión y los cantos. Siempre se vivió al cien por cien en las calles. En el año 29 fue cuando se organizó el primer y citado concurso y por ello surgieron las primeras escuelas, que lo preparan durante todo el año. En el 84 se creó el Sambódromo.

¿CÓMO FUNCIONA, QUÉ ES LO QUE VAS A VER?

Cada escuela tiene alrededor de ¡4.000! integrantes y cada día desfilan unas seis. Después de los fuegos artificiales que anuncian el arranque del paseo de cada una, los primeros que pisan la "pista" son los bailarines de la "comissão de frente". Son una decena, puede que más. Y (¡ah!) son los únicos que bailan profesionalmente con una coreografía coordinada que anuncia el tema ("enredo") que representa su escuela ese año. Dicen que cada vez se vuelven más políticos y reivindicativos, cosa que no gusta demasiado a Bolsonaro. Este año hemos visto un impresionante homenaje al circo, al primer payaso negro (firmado por la escuela Salgueiro), hemos visto historia, conmemoración del nacimiento de Brasilia y evolución de la arquitectura en el país con fantásticas recreaciones de las principales construcciones en portentosas esculturas en movimiento, efectos especiales y en trajes (Unidos da Tijuca)...

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Fernando Grilli - Riotur

Tras dichas "comissões de frente" va la carroza insignia, con los símbolos de la escuela. Después, el "mestre sala" y la "porta bandeira", la pareja que lleva el estandarte y que no deja de bailar y girar sobre sí misma ataviada con imponentes vestidos. Perdón, fantasías. Alguna, para su desgracia y mala puntuación, se cae. Bueno, una, que yo viera. Continúan los carros alegóricos que tratan la temática (carrozas, de nuevo). Cada una marca el principio y final de un "ala" o grupo de personas que van bailando con el mismo disfraz (fantasía). La panorámica de tonalidades y movimiento es imponente y la organización alucinante, aunque es verdad que no hay una unos pasos de baile grupales, cosa que me supuso un pequeño chasco. ¿Algunas que no faltan nunca? Las "baianas" o mujeres mayores vestidas tradicionalmente de blanco.

Entre "ala" y "ala" van también las sensuales "passistas", las más fotografiadas, mujeres esculturales ataviadas con plumas, mucha pedrería o muy poca, según se mire, y ritmo y glúteos que uno quisiera. Al final de todo, los percusionistas y las voces que tocan la canción que la escuela ha compuesto ese año. En bucle. Es brutal el sonido en directo, de ese que casi piensas que ha grabado Carlinhos Brown. Realmente es imposible quedarte sentado teniendo en cuenta que a la tercera vez que repiten, la letra se te taladra y no te la quitas de encima.

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Gabriel Nascimento - Riotur
Fantasía de "passista"

¿PUEDES EMBORRACHARTE Y BAILAR?

Me parece importante dedicar un breve punto a esto porque a qué hemos venido, te preguntarás. Pues no sé yo. Hay muchísima gente. Te puedes poner de pie en las gradas (hablo desde las gradas), agitarte pelín, pero tampoco se te puede ir la olla porque molestas delante, detrás y a los lados y te molestan a ti. Beber, tampoco hay una fuente de ron a dos pasos, se cuidan muy mucho de que no la haya. Si quieres algo fuerte debes buscarlo fuera. Lo que venden en los propios asientos o en las salidas inmediatas del graderío, pero sin abandonar el recinto, es refresco, cerveza y algún experimento con graduación alcohólica similar. Te puedes emborrachar pero te costará un poco e irás mucho al baño. Y ojito con los baños.

¿QUÉ SE JUZGA?

Cada escuela tiene un máximo de 70 minutos para pasar y hay 45 jueces repartidos por todo el sambódromo. Yo tenía a un grupo en un palco enfrente, hacia la mitad de la pasarela. Fenomenal porque así te aseguras que están al 100%. Para decidir cuál es la ganadora, el jurado tiene en consideración la percusión, la samba-enredo (el tema musical), la armonía entre la percusión, la canción y el baile, la coreografía, los trajes (fantasías), la historia contada por la presentación y la decoración de los carros alegóricos. Cuidado con retrasos, huecos en blanco, meteduras de pata... Son muy exigentes. Aparte de la que se cayó, en mi día a unos se les fundió su traje hecho a base de bombillas y la tensión se percibía hasta en Sao Paulo. Pobres, porque el trabajazo es notorio.

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Gabriel Nascimento - Riotur
Los fundidos y el tanga de Niemeyer

¿CANSA?

Es maravilloso. Pero casi no te das cuenta de lo que has visto hasta el día siguiente, cuando te levantas y repasas las fotos para subirlas a Instagram. Ya he comentado que cada escuela tarda o debe tardar unos 70 minutos en pasar. Así que calcula que, si te quedas hasta el final de cada noche, echarás unas seis horitas o más. Con el atenuante de la comodidad y la bebida que también te he contado, es difícil estar hasta el final a no ser que seas una auténtica "vedette". Yo aguanté cuatro de seis, que no está mal. Y luego me arrepentí porque, aparte de Salgueiro, que fue la tercera, la sexta (Beija-Flor) quedó asimismo entre las finalistas de este año. Así que, qué coño, aguanta que para eso has ido hasta allí. Y esto sí que solo se hace una vez en la vida.

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Fernando Grilli - Riotur
Beija-Flor: la finalista que me perdí (y me arrepentí)

¿EL CARNAVAL DE RÍO ESTÁ SOLO EN EL SAMBÓDROMO?

No. Para nada. De hecho, el carnaval más auténtico es el de los "blocos de rua", agrupaciones locales organizadas por barrios que montan su personal "desfile" cortando calles de la ciudad por las tardes. Ahí es donde encontrarás a la marabunta de brasileños, brasileñas y extranjeros prácticamente desnudos, porque todo el mundo va en traje de baño (o algo parecido y aún más pequeño), bebiendo, bailando, tirándose agua, lo que nos agua y dándolo todo a lo loco. Es un poco el Orgullo pero multiplicado por diez y te lo puedes pasar pipa. Yo me metí por accidente en uno regresando de la playa de Ipanema. Vamos, que me abandonó el Uber porque era imposible pasar. Me lo crucé a pata y casi sigo allí.

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Marco Antonio Teixeira - Riotur
Casi sigo allí...

¿CÓMO IR?

En avión, dirás. No tiene por qué. O sea, hasta allí no vas a ir a remo pero sí en barco. Y es muy recomendable. MSC Cruceros organiza cada año preciosos recorridos por Sudamérica, como el que va desde Buenos Aires hasta Brasil, pasando por Uruguay, de 9 días de duración a bordo de MSC Musica. Es un barco mediano con buenas instalaciones exteriores, animación constante, un solárium exclusivo si te quieres apartar del ruido, interesantes propuestas gastronómicas como su Enoteca y el fantástico SPA Aurea de la compañía. Dejando a un lado la atractiva ruta con paradas en la capital argentina o Buzios, la llegada a Río de Janeiro, donde en esta fecha se hace noche en el puerto, es comodísima para descubrir la "cidade maravilhosa". Desde el propio barco te pueden gestionar un estupendo recorrido que pase por las atracciones principales como la nueva y gigante noria Rio Star, el Pan de Azúcar o el Cristo Redentor e, incluso, fue mi caso, la visita al sambódromo con traslados, guía y todas las comodidades para que vuelvas a casa vivito, coleando y bailando samba. ¡Hazlo!

En el sambódromo, en la calle, a todas horas. Esta es tu guía si quieres sobrevivir al carnaval de Río de Janeiro
D.R.
La fiesta en la puerta de casa